Tanto tiempo disfrutamos de este amor
nuestras almas se acercaron tanto a así
que yo guardo tu sabor
pero tú llevas también
sabor a mí.
Si negaras mi presencia en tu vivir
bastaría con abrazarte y conversar
tanta vida yo te dí
que por fuerza tienes ya
sabor a mí.
No pretendo ser tu dueño
no soy nada yo no tengo vanidad
de mi vida doy lo bueno
soy tan pobre, que otra cosa puedo dar.
Pasarán mas de mil años, muchos mas
yo no sé si tenga amor la eternidad
pero allá, tal como aquí
en la boca llevarás
sabor a mí.
Analís S. Muller
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